jueves, 26 de mayo de 2011

Las leyendas del vallenato





Los Mitos y Leyendas de los pueblos hablan de sus temores, deseos, supersticiones y creencias.

Las piloneras

Los piloneros y piloneras, tienen su origen en el Pilón, canto popular de origen anónimo. Del canto que las mujeres acompañaban con los movimientos rítmicos del golpe de la mano de pilón sobre la concavidad de éste repleta de maíces, fue surgiendo el baile que más tarde, con el correr de los años, se convirtió en una danza. Hoy, esta danza, que es la más hermosa, representativa y tradicional de nuestro folclor vallenato, se baila y canta en los grandes acontecimientos de la ciudad y por motivos de mucha trascendencia, por una muchedumbre entusiasta de hombres y mujeres que salen a las calles.

lunes, 23 de mayo de 2011

Instrumentos

El vallenato se representa con los tres principales instrumentos que son: la caja, la guacharaca y  el acordeón, que representan la tri-etnia que dio origen a la raza y cultura de la Costa Caribe colombiana , el conjunto típico vallenato de hoy presenta un cuarto elemento básico que es el cantante, de más o menos reciente incorporación a raíz de los festivales vallenatos, ya que hasta los años 60 del siglo XX la costumbre era que el acordeonero o acordeonista, llevara la voz cantante e interpretara él mismo la letra de las canciones que tocaba.
  • Acordeón diatónico: Instrumento de origen austriaco, inventado en su forma actual por Kiril Demian en Viena en 1829 y que fue introducido de contrabando por inmigrantes alemanes procedentes de Curazao por Riohacha (en las costas de la Guajira) hacia 1885. Los músicos vallenatos lo modifican para que produzca su caraterístico sonido.
  • Caja: Instrumento de percusión de origen africano. Se trata de un tambor pequeño cuyo parche se fabricaba de buche de caimán, luego de piel de marimonda negra y actualmente de cuero de chivo, venado o carnero. El vaso se hace de un tronco de árbol hueco de 40 cm de alto y 30 cm de diámetro. El árbol debe ser de tronco fibroso, como mucurutú, cañahuate o matarratón.
  • Guacharaca: Instrumento cóncavo de fricción de 40 cm de largo que se elabora del tallo de la uvita de lata. Su nombre proviene de la guacharaca o pava silvestre, ave de monte cuyo canto es similar al sonido que produce el instrumento. También se utiliza en su lugar el guache.




Caracteristicas



El vallenato o la música vallenata hace parte de la música folclórica de la Costa Caribe colombiana. Es el ritmo musical colombiano que ha alcanzado más popularidad, tanto a nivel nacional como internacional.
Lo que hace característico al vallenato tradicional es ser interpretado sólo con tres instrumentos que no requieren de amplificación alguna: dos de percusión (la caja y la guacharaca), que marcan el ritmo, y el acordeón diatónico (de origen europeo) con el que se interpreta la melodía. No obstante, en algunas ocasiones las canciones se componen o interpretan con otros instrumentos: la guitarra, la flauta, la gaita y el acordeón cromático. Por otra parte, para el vallenato comercial es común no sólo la incorporación de estos instrumentos, sino también del bajo eléctrico y otros de percusión, como las congas y los timbales.
La importancia que adquirió el vallenato en las últimas décadas del siglo XX llevó a la organización de festivales en los que los acordeoneros compiten por el honor de ser declarado el más hábil ejecutor de cada uno de los aires tradicionales (a excepción, inexplicablemente, de la tambora). El más célebre de estos festivales es el Festival de la Leyenda Vallenata, que se celebra anualmente a fines de abril en Valledupar, y cuya primera versión se disputó en 1968. Desde 1987, el Festival Cuna de Acordeones de Villanueva, Guajira, se ha convertido en el segundo de mayor importancia.

Ritmos o aires vallenatos

Paseo:

A diferencia de todos los demás aires de este folclor, el paseo vallenato tiene una cuadratura de compás de cuatro tiempos.  Para los intérpretes es el aire más fácil de tocar. Este ritmo recoge literariamente y de forma espontánea las historias y relatos del pueblo.
El paseo es concebido originalmente para perpetuar a través del canto la historia de los pueblos precolombinos de la región, cuando chimilas, wayúus, tupes y demás habitantes del viejo Magdalena componían estos cantos para reemplazar a la escritura inexistente, tal como lo hicieron todas las naciones primitivas e iletradas del mundo.

Merengue


El origen de la palabra merengue se remonta a la época de la colonia y proviene del vocablo muserengue, nombre de una de las culturas africanas que, traída desde las costas de Guinea, llegó a la Costa Caribe colombiana, haciendo un gran aporte al desarrollo musical y cultural del país. El merengue se diferencia de los demás aires en la interpretación y marcación de los bajos de tres por uno y a veces de uno por tres, de acuerdo a la estructura propia de la melodía; aunque puede ser interpretado con mayor rapidez.

La puya





En Valledupar y demás pueblos del antiguo   departamento del Magdalena Grande, el ritmo más antiguo era llamado puya. Su nombre deriva del verbo puyar, sinónimo de punzar, y tiene un típico compás de seis por ocho. Este ritmo, en su forma indígena, nunca tuvo canto y consistía en la imitación hecha por el carricero –pitero o caña sillero -, en ritmo rápido, del canto de algunos pájaros; se bailaba en hileras, llevando cada persona las dos manos cerradas a la altura del pecho con los dedos apuntando hacia delante y simulando que se puyaba repetidamente a quien danzaba adelante. Posteriormente, a través del tiempo, se fueron fusionando los distintos elementos tri-étnicos típicos de la cultura costeña y ribereña colombiana, logrando sumarse la puya negroide, género cantado, a la puya indígena, dándose como resultado la puya vallenata con su actual equilibrio entre el canto, la melodía y el ritmo.
La puya y el merengue en su patrón rítmico y armónico son iguales. La diferencia está marcada en su concepción melódica: en el ritmo, en la música y naturalmente en la interpretación que se haga, propia de cada pieza. Así, la puya tiene una marcación en los bajos de dos por dos y, a veces, de dos por uno en ciertos pasajes de la interpretación, aunque no en todas las piezas. La velocidad que se le imprima no supone una diferencia, porque el intérprete la toca a su gusto.